22.3.09

escoria dorada

Ayer me pillé un cabreo considerable de la forma más tonta. Resulta que uno de esos parásitos sociales que pululan por España no solo ha sido tomada como sujeto de pruebas de una tesis doctoral de la universidad de Sevilla, sino que resulta que cobra 24.000 euros al mes por su 'colaboración' en un programa de televisión.

Tócate los cojones.

Más que, no el presidente del gobierno, que todo el mundo lo dice, sino de algunas becas de investigación de lo más prometedoras y a todas luces, más importantes para todos.

Estas noticias son las que me hacen perder la esperanza en la raza humana y en el futuro de la gente de este país (obviamente estoy exagerando, pero no por mucho). Aquí tenemos, como bien decía el periodista Iñaki Gabilondo, a una enorme panda de parásitos que adquieren notoriedad gracias a los medios de comunicación. Gente con 'criterios y estudios' que aparecen no por alcanzar grandes logros en sus trabajos sino por ser parte de una escoria que simplemente estaban donde tenían que estar y destacan por, entre otras cosas, abrirse de patas a la mínima o poner verde a otras personas o ser fuente de rumores. Famosos porque salen en la tele y salen en la tele porque son famosos.

'La gente necesita héroes, la gente necesita a quien admirar' era lo que me decía mi profesor de ética en el instituto. Ahora los ídolos de la juventud dan un ejemplo impresionante de lo que no se debería hacer*. Hasta las cejas de droga, faltando al respeto a cualquiera, actuando temerariamente, jugando con el sistema judicial, siendo unas zorras espectaculares... esas cosillas.

El ejemplo está claro, tú no te esfuerces, no estudies, no hagas nada. Simplemente haz lo que hacen ellos y procura que se te mencione en algún medio o haya una cámara delante. Ve a un programucho de TV y luego fórrate cuando salgas. Puedes ser una mierda de persona, cobrar más que nadie y que la gente (esa masa descerebrada formada por individuos parcialmente cerebrales) te adore.


Basura para todos.
Yo apago la tele siempre.



OST de este Post:
Enio Morriccone - The Good, the Bad and the Ugly







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*[como en todo, hay excepciones. Pero si la Iglesia puede hacer demagogia barata con un gatito yo puedo hacerlo sin imágenes]

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