Sinceridad Radical?
Lie to Me ('Mienteme' en España) es una serie de la Fox protagonizada por Tim Roth en el papel del jefe de un grupo de expertos en resolver casos usando las microexpresiones faciales y corporales de las personas... que les dan la pista de si mienten u ocultan información. No es la típica serie procedimiental de polis, pero si que tiene sus casos autoconclusivos en un único episodio y tal.
Aunque la serie mola, lo que más me llamó la atención es uno de sus secundarios: Eli Loker, interpretado por el actor Brendan Hines. Este personaje se da a algo que llama 'sinceridad radical', que consiste siempre en decir la verdad... SIEMPRE, con todas las consecuencias de lo que suceda.
Así le pasa, que en el primer episodio al presentarle a la nueva incorporación al equipo diréctamente la dice: "Vaya, estás bien buena. Quiero acostarme contigo. ¿Tengo alguna posibilidad?"
En fin, el concepto me chocó muchísimo, entre otras cosas porque me parece casi imposible* poder decir siempre la verdad. Ya desde pequeños se considera a los niños que mienten mejor más inteligentes, ya que tienen que darle consistencia a la mentira abstrayéndose e imaginando las reacciones a esa mentira, haciéndola más compleja según la cuentan de nuevo. Esto les hace incrementar su capacidad de abstracción y su creatividad... aparte de que les prepara un poco para la vida que van a tener que llevar...
Lo cierto es que investigando un poco las raices de este fenómeno se encuentran, como no, en Grecia. Por el salao de Diógenes de Sinope, tristemente conocido por su síndrome. Diógenes fue uno de los mayores exponentes del cinismo (vivir a espaldas de hipocresías y convencionalismos; desprecio a las riquezas y preocupaciones materiales impuestas). Pero la cosa no termina ahí, también creía que mentir era un convencionalismo porque el hombre es un animal gregario y se impone mentir para vivir en sociedad porque no se acostumbra a aceptar la verdad [y aquí es donde pongo un enlace a cierto experimento...]
Pero, ya en cosas más modernas, el psicoterapeuta Brad Blanton aboga por ser más sinceros. Nada de mentiras piadosas ni verdades a medias ni puñetas varias. Ser sinceros con la gente que nos rodea. Decir a la gorda de la amiga de tu novia que ese vestido le hace parecer una morcilla; soltarle al jefe que es una 'puñalala trapera' el no darte ese aumento prometido cuando sí cumpliste con él... y así todo. ¿Acaso no nos caen simpáticos los personajes que son brutalmente sinceros? Si, pienso en el Dr. House.
¿Quien no ha pensado alguna vez 'me gustaría ser tan borde como House' cuando realmente quería decir 'me gustaría poder decir lo que pienso en todo momento como hace él, sin que las repercusiones me molestaran'?
Claramente hay momentos y momentos en los que mentir. Si estás jugando al Poker, miente; si te persiguen los malos y te escondes, miente; si es algo demasiado peligroso como para contarlo, miente. Solo en las cosas en las que nos relacionamos con la gente que nos rodea y que creemos que no van a poder asimilarlo. ¿Seremos más felices a la larga? ¿Es posible ser completamente verdadero hacia todo el mundo?
¿Algún voluntario?
OST de este Post:
Brian Eno - An Ending
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*['casi'... demos cancha a la duda]
Aunque la serie mola, lo que más me llamó la atención es uno de sus secundarios: Eli Loker, interpretado por el actor Brendan Hines. Este personaje se da a algo que llama 'sinceridad radical', que consiste siempre en decir la verdad... SIEMPRE, con todas las consecuencias de lo que suceda.
Así le pasa, que en el primer episodio al presentarle a la nueva incorporación al equipo diréctamente la dice: "Vaya, estás bien buena. Quiero acostarme contigo. ¿Tengo alguna posibilidad?"
En fin, el concepto me chocó muchísimo, entre otras cosas porque me parece casi imposible* poder decir siempre la verdad. Ya desde pequeños se considera a los niños que mienten mejor más inteligentes, ya que tienen que darle consistencia a la mentira abstrayéndose e imaginando las reacciones a esa mentira, haciéndola más compleja según la cuentan de nuevo. Esto les hace incrementar su capacidad de abstracción y su creatividad... aparte de que les prepara un poco para la vida que van a tener que llevar...
Lo cierto es que investigando un poco las raices de este fenómeno se encuentran, como no, en Grecia. Por el salao de Diógenes de Sinope, tristemente conocido por su síndrome. Diógenes fue uno de los mayores exponentes del cinismo (vivir a espaldas de hipocresías y convencionalismos; desprecio a las riquezas y preocupaciones materiales impuestas). Pero la cosa no termina ahí, también creía que mentir era un convencionalismo porque el hombre es un animal gregario y se impone mentir para vivir en sociedad porque no se acostumbra a aceptar la verdad [y aquí es donde pongo un enlace a cierto experimento...]
Pero, ya en cosas más modernas, el psicoterapeuta Brad Blanton aboga por ser más sinceros. Nada de mentiras piadosas ni verdades a medias ni puñetas varias. Ser sinceros con la gente que nos rodea. Decir a la gorda de la amiga de tu novia que ese vestido le hace parecer una morcilla; soltarle al jefe que es una 'puñalala trapera' el no darte ese aumento prometido cuando sí cumpliste con él... y así todo. ¿Acaso no nos caen simpáticos los personajes que son brutalmente sinceros? Si, pienso en el Dr. House.
¿Quien no ha pensado alguna vez 'me gustaría ser tan borde como House' cuando realmente quería decir 'me gustaría poder decir lo que pienso en todo momento como hace él, sin que las repercusiones me molestaran'?
Claramente hay momentos y momentos en los que mentir. Si estás jugando al Poker, miente; si te persiguen los malos y te escondes, miente; si es algo demasiado peligroso como para contarlo, miente. Solo en las cosas en las que nos relacionamos con la gente que nos rodea y que creemos que no van a poder asimilarlo. ¿Seremos más felices a la larga? ¿Es posible ser completamente verdadero hacia todo el mundo?
¿Algún voluntario?
OST de este Post:
Brian Eno - An Ending
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*['casi'... demos cancha a la duda]
Etiquetas: critica, gente hormiga, historia, reflexiones
3 Comments:
Bueno, lo de la "sinceridad radical" del personaje funciona a ratos, que en un episodio hasta les traiciona. Lo peor de la serie era las contorsiones que hacen para que le asignen la investigación al Roth en lugar de ponerse a buscar huellas dactilares. Lo era hasta el último episodio en que tiraban de esa "científica" teoria de identificar la homosexualidad por los músculos faciales...
Y claro que tiene subtramas largas, como toda serie de polis frikis que se precie.
Tampoco la he visto tanto, lo que si me ha impactado es la propuesta del psicoterapeuta este. Yo, por ahora, estoy intentando ser más sincero y me va bien.
(Aparte, si dices que eres borde por estas cosas se te perdona más que 'porque sí')
xD
Escribí algo al respecto, casualmente buscando información sobre sinceridad radical llegué a tu blog, lee mi entrada y opina.
http://renegadogris.blogspot.com/2007/07/verdades-mentirosas.html
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