no se puede hacer más lento

La magia es algo que he admirado desde que era un enano, aunque fuera de lejos. Me fascinaba todo de ella, pues como bien dicen en la película 'El Prestigio' aunque sabes que hay truco y que no es posible... siempre picas. Siempre esperas hasta el final y siempre te sorprendes... de forma auténtica.

Tal vez sea esa la magia.

En contra de los magos veloces que siempre engañan con la izquierda mientras hacen algo con la derecha tendrían que situarse los magos lentos... y entre ellos el señor René Lavand debe de ser el más especial de ellos.

Manco desde que un desafortunado accidente le dejara sin diestra a los nueve años, él no se desanimó y aprendió cartomagia como el mejor. De forma autodidacta, claro está, pues todos los libros que consultó "eran para magos de dos manos".
Así pues, el señor Lavand se volcó de lleno en el mundo de la magia tras dejar su trabajo en un banco a los 32 años. Ganó varios concursos de magia y tras probar en su país natal, Argentina, se fué a EEUU, donde triunfó haciendo pases y apareciendo esporádicamente en la televisión.

Pero esto no es lo que llama de él. Lo que llama es que sus trucos son... lentos. Son tan lentos que no puedes creer lo que hace, o como lo hace... y antes de que penséis mal, si... perdió la diestra de verdad...

Lo cierto es que este caballero de curiosas historias, redactadas por Rolando Chirico y Ricardo Martín engatusan al más pintado... y como en los buenos trucos, uno se las lee. No es como Tamariz, que te engaña desde el principio con su apabullante humor, sino que te 'atrapa' con ellas.
En honor al recordar su nombre y reencontrarme con su arte, unas muestras.

Espero poder verle actuar en directo... y llevarme un autógrafo suyo si es posible...




OST de este Post:
Pyotr Ilyich Tchaikovsky - Danza de los Mirlitiones